Diciembre del 2022 fue un mes malísimo porque mataron a 11 mujeres. En un solo mes. Entre ellas, a María de 67 años, enferma de esclerosis múltiple y Alzheimer que cayó al suelo donde estuvo 5 días agonizando sin que su marido le prestara ningún tipo de ayuda ni avisara a nadie. Lo había denunciado pero de nada sirvió.
En enero se llevaron por delante a otras 7 mujeres Y da mucha pena la muerte de India, criatura de 8 años a la que mataron a puñaladas junto a su madre, Paloma.
En febrero, a Elia de 17 años, sevillana, con toda la vida por delante la mató su pareja con un arma de fuego. Tenía toda la vida por delante. En marzo le tocó a Anna Marie de 63 años , jubilada británica que vivía en Orihuela.
En abril , el marido de Encarnación de 81 años la estranguló. Y llegó mayo con 5 asesinatos ,entre ellos el de Maialen, una alavesa de 32 años embarazada de 14 semanas. Llevaba gemelos que no llegaron a nacer.
En junio el marido de Francy la tiró por la ventana por lo que murió 2 días después. Llegaba julio un mes terrible en el que arrebataron la vida a 8 mujeres en solo 30 días. Especialmente terrible el asesinato de Salwa , de nacionalidad siria, a la que degolló su pareja tras lo cual se tiró al rio Ebro con sus dos hijas para acabar también con sus vidas, aunque ambas pudieron ser rescatadas. El asesino también.
Agosto repite la tendencia. Ya se sabe, el verano, la convivencia…nada nuevo para las estadísticas que se repiten año tras año. Fueron 8 los asesinatos siendo especialmente terrible el de Zhour en Almería asesinada con un cuchillo de cocina delante de sus tres hijos.
Claro que septiembre se lleva la palma. Hay que enterrar a 10 mujeres. Asesinan a Nicola que era enfermera, a Laura dependienta. En Octubre matan a Paqui y en Noviembre, Mateo, de tan solo 7 años, con el que se arroja su padre, que no merecería tal nombre, desde un acantilado en Navarra con el único y objetivo de causar el máximo dolor a su madre.
De las 63 mujeres que ya no celebrarán estas Navidades, dos no habían cumplido los 20 años pero cinco tenían más de 80. Treinta y nueve eran españolas y 23 habían nacido en otros países. Tenían muy diferentes ocupaciones y profesiones, camareras, limpiadoras, abogadas, comerciales, amas de casa….De todas ellas , 44 vivían con sus asesinos y solo 18 habían iniciado el tramite de separación o divorcio. Treinta tenían hijos que se criarán sin madre y tres murieron embarazadas junto a sus hijos no nacidos. Imposible olvidar a India y Mateo, 8 años, que no volverán a su escuela.
Tantas mujeres, tan distintas, tan diversas tienen un solo nexo común: todas son mujeres y esa condición es la que causa sus muertes. Las asesinan porque son mujeres y eso las convierte para algunos hombres en seres sin derechos, susceptibles de ser sometidas y humilladas, maltratadas y privadas del derecho más básico que es el derecho a la vida.
Negarlo, difuminar su realidad integrándola en la condena genérica y absolutamente compartida de todas las violencias que existen y existirán , es trasladar a quienes viven en el miedo permanente, aisladas y vulnerables, que solo son ellas las responsables de su destino.
Reconocer e identificar correctamente el origen de la violencia machista es la garantía para la protección y recuperación de las mujeres porque solo así se garantizan recursos y especialistas No hacerlo, sería lo más indecente que una sociedad que se cree civilizada podría hacer.
El 25 de Noviembre, Día Internacional contra la violencia de género, hay que exigir que se llame a las cosas por su nombre. Porque las palabras también matan.
Datos extraídos de www.feminicidio.net, Delegación Gobierno, Informe CGPJ